El análisis de aptitud realizado para las diferentes comarcas diferencia entre una aptitud genérica del territorio desde la perspectiva paisajística, y de una aptitud paisajística sectorial para cada uno los diferentes grupos de actividades que se puedan dar.
El proceso de homogenización solamente se refiere a la aptitud genérica puesto que la aptitud paisajística sectorial se basa en las características intrínsecas de cada unidad y por tanto los resultados obtenidos son coherentes y no se observa heterogeneidad entre las diferentes comarcas.
La aptitud genérica representa una primera aproximación a la capacidad de acogida de cada unidad de paisaje respecto a una actividad o una actuación genérica que pueda llevarse a cabo en su territorio.
Obviamente el valor de aptitud genérica obtenido solo puede ser una referencia, ya que la aptitud del paisaje para acoger una actividad no solo se liga a su localización, sino también al tipo de actividad, e incluso a la forma en que se conciba y desarrolle el diseño de los elementos que la conforman, a la forma en que se gestione la construcción de éstos y el funcionamiento de la actividad en la fase de explotación.
La aptitud genérica se obtiene a partir de la combinación de los valores de calidad y fragilidad de paisaje calculados para cada unidad.
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La aptitud se refiere al grado de idoneidad de los paisajes con respecto a las actividades o actuaciones potenciales que se puedan instalar en cada unidad de paisaje.