Hablar del mundo actual es hablar de un sistema mundial determinado por la globalización, que es un fenómeno económico, social, cultural y político que genera interdependencias entre los países. La globalización está presente en diferentes ámbitos de nuestra vida cotidiana: la publicidad ha generado un comercio global que favorece la adquisición y el consumo de los mismos productos (coches, alimentos, viajes, etc.); la ciencia y la cultura también se han globalizado, pues los avances científicos y las producciones artísticas y literarias se difunden con mucha facilidad. Pero esta globalización tiene sus riesgos, y si bien favorece la transmisión de una cultura y un sistema de consumo, también favorece la propagación de ciertas enfermedades (como el SIDA) y la expansión del terrorismo, ambas amenazas facilitadas por la movilidad geográfica y la rapidez de las comunicaciones.