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1. Los datos públicos como recurso.

Los datos se han convertido en el nuevo "oro" de la era digital. Las Administraciones Públicas poseen una gran cantidad de datos publicados. A través de su análisis se producen mejoras en el ámbito económico, político y social. Como en el diagnóstico de enfermedades, la gestión eficiente de los recursos hídricos y energéticos, o la gestión más eficaz del tráfico en las ciudades. La administración tributaria combate el fraude con mayor eficacia gracias a los avances en el análisis de los datos.

Pero además, las administraciones también poseen otro tipo de datos que provienen de diferentes fuentes como por ejemplo:

  • Sensores en tiempo real (calidad del aire, tráfico urbano, acceso a edificios).
  • Datos médicos (incidencia de enfermedades en la población, horas de afluencia a urgencias).
  • Datos estadísticos (uso del transporte público, consumo de agua, etc.).

Tal cual se expone en el portal de Aragón Open Data, la apertura de los datos del sector público aporta valor a la información por los sucesivos usos que se le puede dar.

La reutilización de los datos, además de constituir una oportunidad económica para las empresas que explotan la información, consigue mejorar la eficiencia en los mercados de información, lo que permite a los consumidores gozar de servicios más justos.

Se democratiza la información entre todos los ciudadanos y se generan nuevas técnicas de visualización de datos, que permiten hacer más clara y comprensible la información que se ofrece.

Detección de fraude en el metro.